Neolítico
NEOLÍTICO
CUEVA DE LOS MOROS (ROBLEDILLO)
Coordenadas:
Latitud: 40º 31’32”.
Longitud: 4º 55, 29”.
Altitud: 1.401 m.
M.T.N. (E.-1:25.000) nº 530-IV. Solosancho.
Tipología. Yacimiento sobre varios abrigos ubicados en un promontorio granítico.
Situación. Sobre una ladera rocosa en la estribación Sur del valle, con excelente visibilidad sobre las tierras llanas de éste y perfectamente camuflado por la intensidad de la proliferación rocosa. Acceso dificultoso desde el valle a través de la ladera muy empinada conocida con el topónimo de Umbría de Robledillo.
Extensión. El principal foco aparece concentrado en un área de menos de 1 ha, exclusivamente en los abrigos del promontorio rocoso. Debajo de este núcleo principal hay algunos otros abrigos en los que aparece esporádicamente cerámica a mano.
Orientación. Norte.
Morfología interna. Se trata de los abrigos formados a partir del resquebrajamiento de un promontorio granítico, en cuyo proceso se han ido formando abrigos de poca o regular entidad dadas las circunstancias. Uno de ellos parece el más importante por su capacidad; al menos otro ha resultado dañado por el hundimiento de la cubierta. Paisaje. De roquedo intenso y vegetación de monte no arbolado
Hidrología. Al lado de la zona del nacimiento del arroyo del Berrocal, cauce estacional de poca entidad. El río Adaja dista 3,5 km al Norte. En toda la zona se dan con frecuencia manantiales de agua con curso anual.
Condiciones defensivas naturales. No tiene.
Indicios defensivos artificiales. No se aprecian.
Control del entorno. Se controla visualmente todo el entorno al Norte y buena parte de la zona central del Valle Amblés.
Aprovechamiento económico potencial. En el entorno inmediato es exclusivamente ganadero, pastoril en el entorno directo del yacimiento y vacuno y pastoril al Sur, en las inmediaciones del pueblo de Robledillo. Los campos de cultivo posibles se encuentran a 3 km al Norte, en las inmediaciones del cauce del río Adaja.
Presencia de estructuras visibles. No se conocen.
Estado general del yacimiento. El abrigo principal ha sufrido la acción de furtivos. Por otra parte la presencia de una ocupación al parecer de época tardorromana o visigoda puede haber constituido la primera alteración del lugar.
Trabajos realizados. De prospección.
Volumen general de datos conocidos. Reducido, pero suficiente a partir de algunos elementos de tipología determinante.
Datos tecnológicos y tipológicos. Conocidos a través de informaciones verbales sobre hallazgos no comprobados, de los materiales en el Museo de Ávila y de hallazgos recientes. Prácticamente todos los materiales son cerámicos, corresponden a recipientes generalmente espatuladas aparecidos bien dentro del abrigo principal o en los inmediatos. En total se han podido estudiar 11 fragmentos de borde y 3 de galbo. Predominan las formas semiesféricas de capacidad media. Hay, también, un fragmento de cuenco hondo con ligera forma de saco, un vasito esférico con borde abierto y un recipiente esférico que puede ser también en forma de saco con labio ligeramente exvasado e impreso y al menos dos mamelones gruesos en la zona del borde. Los casos decorados son pocos, pero en relación con el número de restos recogidos, resultarían abundantes. Se trata de casos de acanaladuras divergentes, impresiones en forma de franjas únicas o las líneas de impresiones formando bandas que ocupan medio recipiente. No faltan los cordones digitados o los lisos. En sílex se conocen únicamente algunas lascas. Por informaciones no contrastadas se sabe del hallazgo de hachas de piedra.
Valoración general A pesar de no ser abundante el material conocido, la tipología por sí misma y por contraste con los materiales calcolíticos del valle, parece implicar más al Neolítico, aunque sin concretar nada dentro de él por la falta de una sistematización clarificadora de esta etapa. El tipo de hábitat está en consonancia con los conocidos para la zona de la comarca de Béjar, siempre sobre promontorios rocosos que forman abrigos al haberse resquebrajado. Los materiales en aquella zona y en la Cueva de los Moros parecen los mismos, apuntando siempre hacia tipologías neolíticas. En el caso presente, como en buena parte de los citados, el hábitat se encuentra en lugares escondidos, aunque seguramente que no por elección premeditada sino por imposición del medio, al ser el abrigo la forma de habitación que se busca. Debió tratarse de un pequeño grupo humano dedicado al pastoreo, posiblemente itinerante, que utiliza los abrigos como base y referencia.
Informacion obtenida de: J. Francisco Fabián García El IV y III Milenio AC en el Valle Amblés (Ávila) |